Trampas cromáticas diferentes de botellas de lejía
Dos trampas cromáticas diferentes con botellas de lejía limpias
Cuando tenemos un huerto en casa o planta en nuestro jardín o terraza hay gran cantidad de insectos que viven atraídos por nuestras plantas, especialmente en verano que son los meses que más calor suele hacer, y suele ser problemas en nuestro huerto o terraza.
Que hayan insectos en nuestras plantas no es problema, pero los insectos ponen sus huevos y se reproducen de manera que su población aumenta, y cuando colonizan la planta, eso sí que puede ser un problema para la planta.
Hay que hacer una observación directa todos los días nuestras plantas, mirar si hay insectos voladores y si aparecen hojas mordidas o agujeros y galerías en los tallos.
Si una planta pierde brillo y empiezan a amarillear las hojas puede ser un síntoma de que tenga una plaga de insectos que no a veces no se ven, y suelen estar por debajo de las hojas y que está empezando a colonizar nuestra planta.
Nosotros en nuestro huerto casero usamos productos ecológicos, remedios caseros fáciles de preparar o hacer, pero os vamos a enseñar un truco que es una manera sencilla de fabricar una trampa para combatir a los insectos. Se llaman TRAMPAS CROMÁTICAS, hay que ser siempre respetuosos con el medio ambiente e intentando utilizar ingredientes caseros y reciclados.
Las trampas cromáticas amarillas para los insectos les parece una gran flor de color amarillo como los girasoles y que creerán que pueden tener un sabroso y delicioso néctar.
Todos los ingredientes usados menos el aceie reciclado de guisar
Ingredientes para fabricar la nueva trampa cromática:
Botellas de lejía vacías y bien limpias.
Cerveza o vino
Azúcar
Agua
Lavavajillas
Aceite de guisar usado es más ecológico que el pegamento para ratones
Con solo 5 ingredientes y una botella de lejía vacía y limpia podemos fabricar una trampa cromática para combatir a los insectos que viven en nuestras plantas.
Las podéis poner en las rejas en las macetas o colgadas cerca de vuestras plantas.
Primero hay que guardar o buscar unas botellas de lejía vacías, por regla general las botellas de lejía suelen ser de color amarillo que son ideales como reclamo de los insectos voladores convirtiéndose en una trampa cromática efectiva.
El color amarillo es uno de los colores que más atrae a los insectos voladores, aunque también les atraen el color azul y blanco, pero en la naturaleza hay más flores amarillas que azules y blancas.
Para ellos nuestra botella de lejía es como una gran flor de girasol y con un sabroso néctar para los los insectos voladores.
Una botella la agujerearemos con muchos agujeritos pequeños para que puedan entrar los insectos más pequeños y no los polinizadores y dentro le pondremos la cerveza con agua que tendrá mezclado unas cuantas cucharadas de azúcar que removeremos antes de ponerlo en la botella, para acelerar el proceso de fermentación, ya que el azúcar hacer que fermente el alcohol y los atraiga.
En la otra le haremos como una venta y dentro pondremos agua con lavavajillas para los que se peguen caigan y se mueran y en las paredes internas lo juntaremos de aceite de cocina ya usado.
Haremos dos tipos de trampas con unas simples botellas de lejía vacías y limpias.
Ahora solo hay ponerlas cerca de las plantas, en las ventanas o colgarla como medida preventiva en un lugar de vuestro huerto casero o jardín, los insectos que están en nuestras plantas se verán atraídos por ese color amarillo de las botellas y el olor dulzón de la cerveza con azúcar.
Con esas trampas sencillas de hacer podemos controlar bastantes insectos voladores de nuestro huerto casero o jardín.
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Gracias por vuestra visita y espero que os guste.
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